martes, marzo 18, 2008

La vida de un loco

La vida de un loco que difícil es vivir en un mundo tan normal, en donde todo está mal y muy pocas cosas están bien. Es difícil crecer y vivir con una misma rutina durante mucho tiempo. Los rostros que siguen siendo los mismos, los olores que van cambiando conforme voy creciendo.

Los amigos que se marchan y al final solo quedan pocos, y gente que realmente vale la pena que empiezan a ser importantes en mi mundo. Las esencias y cada calle que fueron parte de mi historia. Mis estupideces y las veces que hice llorar a gente que realmente me quería.

Los sueños y las noches bohemias en las que pensé en pura diversión, olvidándome de esas pequeñas cosas que son importantes. Aprendí a tocar guitarra, a escribir a ver el lado lindo de la vida, me enamoré varias veces y me hice adicto al chocolate.

Muchas veces fui un irresponsable de pelo largo, y otras tantas solo fui un loco.

Aprendí acariciar una linda cara, a tocar el pelo de una mujer, y a quererla por lo que realmente es. Las canciones que estuvieron en mi mente y que nunca dejaron de sonar en el balcón de mi soledad. Mi cuaderno y mi pluma que siempre fueron cómplices, de mis enojos, de mis cosas cursis y de mis palabras.

Mis confidentes que están en otros lados y esos angelitos, que siempre han estado cerca de mí. Mis huellas y cada locura que están en el recorrido de mi camino. Las flores que robé de un jardín y una banca de madera que me hace recordar, lo importante de una sonrisa.

Los momentos y los recuerdos que nunca cambiaré y que son tan importantes para mí. El primer amor, el primer beso, los primeros nervios y esa mirada sincera que aun veo entre sueños. Las ilusiones y las horas que siempre pasaron por mi lugar y el destino que me guarda una última jugada.

El dolor que también es parte del ser humano y nos hace sentir vivos. Las veces que debí llorar y mi tonto ego machista, que no me dio la oportunidad de sentir lo que es una lágrima rondando por mis ojos.

Nunca he sido un buen hijo y estoy lejos de ser una persona perfecta. Así soy yo, tengo cientos de defectos. No soy más que una vida, que respira y que disfruta cada instante y cada momento, como si fuera el último.

Las mañanas y los atardeceres que huelen a campo, con el sol iluminando y el silencio de muchas almas. El haber cantado con mi guitarra y con una flor en la mano, a la niña mas linda del mundo fue lo mejor.

Aprendí a reír y divertirme, a ver la vida de una mejor manera, de una forma única.

Nunca olvidé los detalles que te volvieron interesante, incluso tu dibujo con brillitos que siempre llevo en mi corazón. Tu nombre pesa tanto que no puedo y no quiero olvidarlo.