sábado, febrero 28, 2009

gestiona el poeta

Y trata el poeta como buenamente puede,
de gestionar a corazón abierto,
y como el alma le ordena,
la partida del amigo,
así como el adiós silencioso,
del amor querido,
el final de una amistad perdida,
la palabra poco pensada e hiriente,
de quien era un cobarde valiente.
De gestionar se trata lo que quiere el poeta,
de querer y contarlo,
de pensar y expresarlo,
de emocionarse y pintarlo con letras,
de llorar y soltarlo,
de mirar e inmortalizarlo,
de tocar y notarlo.
De gestionar lo que tus pupilas querían,
tus gestos me decían,
tus intenciones me envolvían,
mi tiempo te pertenecía.
Y trata el poeta como buenamente puede,
y a veces no puede,
gestionar el amor, amistad.