lunes, noviembre 21, 2005

Magia

Caminé hacia ti sabiendo que eras tú miré tus ojos y hallé un destello inusual.
Nos conectamos de la misma manera y en pocos minutos ya habíamos creado un pequeño mundo donde solo había espacio para dos, donde solo se respiraba magia, y las horas estaban muertas.
Poco a poco descubrí detrás de tu tierna mirada la fuerza poderosa que todo magia ha de tener, esa fuerza me hacía querer amarte y besarte sin razón alguna, sin final, con ímpetu y frenesí, sin esperar nada a cambio, sabiendo que no me perteneces pero que en ese momento estabas junto a mi.
Mientras recorríamos por nuestro nuevo mundo, nuestro espacio descubrí que la magia que se escondía detrás de tu mirada estaba llena de lastimosas heridas, quise tratar de curarlas pero estaban tan profundas y recientes que no supe que hacer, quise darles color.
De repente y sin darnos cuenta estábamos comenzando a practicar magia, magia pura, de corazón, de latidos fuertes, de respiración acelerada, solo necesitamos nuestros cinco sentidos, nos dejamos llevar, conjuramos un hechizo… suavemente coloqué sedosas vendas en las heridas y traté de hacerte feliz…
Ahora solo quiero poder convertirte en hada y colocar mis alas en tu regazo para cuando te quite las vendas de tus heridas hayan sanado completamente y solo queden colores tornasoles en vez de temibles cicatrices...