martes, marzo 18, 2008

Si una vez

Si una vez… Si un día tienes ganas de llorar… ¡llámame! no prometo hacerte reír, pero puedo llorar contigo…

Si un día quieres huir... No tengas miedo de llamarme, no prometo detenerte… pero puedo correr contigo.

Si un día no quieres escuchar a alguien llámame… prometo estar muy quieto y en silencio…

Pero si un día me llamas y no encuentras ninguna respuesta. Ven rápido a verme, quizás yo te necesite… Por que si tú me llegaras a faltar… Me sentiría muy frágil y vulnerable a todo...

La vida de un loco

La vida de un loco que difícil es vivir en un mundo tan normal, en donde todo está mal y muy pocas cosas están bien. Es difícil crecer y vivir con una misma rutina durante mucho tiempo. Los rostros que siguen siendo los mismos, los olores que van cambiando conforme voy creciendo.

Los amigos que se marchan y al final solo quedan pocos, y gente que realmente vale la pena que empiezan a ser importantes en mi mundo. Las esencias y cada calle que fueron parte de mi historia. Mis estupideces y las veces que hice llorar a gente que realmente me quería.

Los sueños y las noches bohemias en las que pensé en pura diversión, olvidándome de esas pequeñas cosas que son importantes. Aprendí a tocar guitarra, a escribir a ver el lado lindo de la vida, me enamoré varias veces y me hice adicto al chocolate.

Muchas veces fui un irresponsable de pelo largo, y otras tantas solo fui un loco.

Aprendí acariciar una linda cara, a tocar el pelo de una mujer, y a quererla por lo que realmente es. Las canciones que estuvieron en mi mente y que nunca dejaron de sonar en el balcón de mi soledad. Mi cuaderno y mi pluma que siempre fueron cómplices, de mis enojos, de mis cosas cursis y de mis palabras.

Mis confidentes que están en otros lados y esos angelitos, que siempre han estado cerca de mí. Mis huellas y cada locura que están en el recorrido de mi camino. Las flores que robé de un jardín y una banca de madera que me hace recordar, lo importante de una sonrisa.

Los momentos y los recuerdos que nunca cambiaré y que son tan importantes para mí. El primer amor, el primer beso, los primeros nervios y esa mirada sincera que aun veo entre sueños. Las ilusiones y las horas que siempre pasaron por mi lugar y el destino que me guarda una última jugada.

El dolor que también es parte del ser humano y nos hace sentir vivos. Las veces que debí llorar y mi tonto ego machista, que no me dio la oportunidad de sentir lo que es una lágrima rondando por mis ojos.

Nunca he sido un buen hijo y estoy lejos de ser una persona perfecta. Así soy yo, tengo cientos de defectos. No soy más que una vida, que respira y que disfruta cada instante y cada momento, como si fuera el último.

Las mañanas y los atardeceres que huelen a campo, con el sol iluminando y el silencio de muchas almas. El haber cantado con mi guitarra y con una flor en la mano, a la niña mas linda del mundo fue lo mejor.

Aprendí a reír y divertirme, a ver la vida de una mejor manera, de una forma única.

Nunca olvidé los detalles que te volvieron interesante, incluso tu dibujo con brillitos que siempre llevo en mi corazón. Tu nombre pesa tanto que no puedo y no quiero olvidarlo.

lunes, marzo 10, 2008

Cuento del amor y la locura

 

Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la
tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres...
El ABURRIMIENTO había bostezado ya por tercera vez. La APATÍA se
dejaba resbalar en su lugar de descanso. La LOCURA, ansiosa y
excitada, les propuso:
-¿Y si jugáramos al escondite?
La INTRIGA levanto la mirada, y la CURIOSIDAD, sin poder
contenerse, preguntó:
- ¿Al escondite? ¿Y cómo es eso?
-Es un juego- empezó a explicar la LOCURA - en el que yo me tapo
la cara y
comienzo a contar desde uno hasta un millón mientras el resto os
escondéis. Una vez que haya terminado de contar empezaré a
buscaros hasta
hallaros a todos. Y el primero que yo haya visto ocupará mi lugar
el juego, a la siguiente ronda.
El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA. La ALEGRIA dió
ntos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la
APATÍA a la que
nunca le interesaba nada. Pero no todos quisieron participar: la
VERDAD prefirió no esconderse; ¿para qué, si al final siempre le
fallaban? La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el
fondo, lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y
la COBARDÍA prefirió no arriesgarse...
Uno, dos, tres... comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA, que, como siempre , se
dejó caer
tras la primera piedra del camino. La FE subió al cielo, y la
ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo
había logrado subir a la copa del árbol más alto. La GENEROSIDAD
casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía
maravilloso para
alguno de sus amigos: ¿que si un lago cristalino? ¡hay ideal para
la BELLEZA!; ¿que si la rendija de un árbol? ¡perfecto para la
TIMIDEZ!; ¿que si el vuelo de una mariposa? ¡Lo mejor para la
VOLUPTUOSIDAD!; ¿qué
si una ráfaga de viento?
¡Magnífico para la LIBERTAD! Así e terminó por ocultarse en un
rayito de sol. El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio: ventilado, cómodo... eso sí, sólo para él.
La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira, en
realidad se escondió detrás del arcoiris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes, el OLVIDO... ¡se me olvidó donde llegó a ocultarse!...pero no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba 999999 el AMOR aún no había encontrado
sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
-¡Un millón!- contó la LOCURA y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la
piedra. Después escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo,
y a la PASIÓN y al DESEO los sintió en el vibrar de los volcanes.
En un descuido encontró a la ENVIDIA, y claro, pudo deducir dónde
estaba el TRIUNFO. Al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió desesperado de su escondite , que había resultado ser un nido de avispas De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la BELLEZA.Y con la DUDA resulto más fácil todavía, pues la encontró sentada sobre una cerca sin decidir aún en que lado esconderse.
Así fue encontrando a todos: el TALENTO entre la hierba fresca, la
ANGUSTIA en una oscura cueva, la MENTIRA detrás del
arcoiris...(¡mentira, si ella estaba en el fondo del océano!), y hasta el OLVIDO, al que ya se le había olvidado que estaba jugando al escondite.
Pero sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio. La LOCURA buscó
detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en
la cima de las montañas y, cuando estaba apunto de darse por
vencida, divisó un rosal y las rosas... Tomó una horquilla,
sabiendo haber descubierto a quien buscaba, y comenzó a mover las
ramas... cuando de pronto un doloroso grito se escuchó.
Las espinas había herido en los ojos al AMOR. La LOCURA no sabía
qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Y así fue. Desde entonces , desde que por primera vez se jugó al
escondite en la tierra, el amor es ciego y la locura siempre, siempre le acompaña.