Adiós te digo, adiós, ya te olvido. Adiós a la muerte. ¿Pero a Dios cuándo? ¿Qué es la vida en la tierra si después de la muerte una nueva y mejor vida te espera?
Vida dame, pero vida quítame. Vida quiéreme, pero vida olvídame. Vida déjame ir, muerte por favor aguarda un poco más mi llegada.
Tal vez todo lo malo sea cobrado, después de la muerte, Pero no me importa.
Tal vez todo lo bueno sea gratificado, pero de no ser así ¿Qué importa? Vida mía, perdona a quienes te abandonan. Vida mía, entrégate a quienes te necesitan y a quienes te imploran.
Muerte mía, no guíes por tus caminos a los culpables déjalos para que sufran junto a la vida. Muerte mía, lleva contigo a los inocentes para que disfruten junto a Dios.
Muerte que llegas de improviso, Llévame con pobreza o con riqueza. Muerte que llegas de improviso, llévate mi alma y cuerpo déjalo. Muerte que llegas de improviso, ten guardada para mí un lugar junto a Dios.
Vida caprichosa, cuando me vaya deja llevarme la dulzura y dejar la amargura. Vida caprichosa, deja contigo mis riquezas, si así lo deseas hasta mi cuerpo te doy, pero mi alma la dejo conmigo.
Vida caprichosa, no seas cruel, muestra a quienes quieren de ti, un lado positivo.
Si la vida se me dio, se la agradezco yo a Dios, pero la muerte que no llega aún a mi te la agradeceré por la eternidad.
Tú muerte, que eres un don. Tú muerte que sabia eres, tú muerte que eres esperada por muchos, daño no hagas más y a quienes te esperan su petición concédeles.
Tú vida, que eres un don, tú vida, que eres la mejor de las lecciones, tú vida que eres esperada por muchos, por cada risa que veas no seas cruel y concede a aquellos que quieres de ti, su petición.
Mira que yo podré y sabré borrar lo que de ti haya quedado como recuerdo.
